Ira incontrolable

Nuestra familia ha tenido una granja lechera durante más de una generación en Hokkaido, la prefectura más septentrional de Japón. Mi padre comenzó la granja de productos lácteos y yo continué el negocio. Ahora mi hijo me está ayudando en el trabajo. Esto puede sonar como si fuéramos una familia feliz de granjeros, pero en realidad hubo un profundo conflicto entre mi padre y yo durante casi 50 años. Sin embargo, Miross puso fin al conflicto y lo convirtió en amor verdadero.

La producción de leche es un trabajo exigente. Antes acostumbraba a discutir con mi esposa y con mi padre casi todos los días. Aunque traté de mejorar nuestro negocio, irónicamente, siguió deteriorándose. Cuanto más esfuerzo hacía, más empeoraba. Una vez, no pude controlar mi furia y llegué a desguazar nuestros cuatro coches con una gran máquina agrícola.

Finalmente, fui hospitalizado a causa de una hemorragia cerebral. Sus secuelas hicieron que el trabajo duro fuera más duro todavía y mi esposa tuvo que compensar la escasez de mano de obra. Me sentía muy culpable e inútil.

Alrededor de ese tiempo, mi hijo nos dijo que iba a dejar el trabajo que tenía y que vendría a ayudarnos en un futuro próximo, así pues, esperaba su llegada de un momento a otro. Cuando mi condición empeoró y mi esposa ya no podía más con tanto trabajo, pedí a mi hijo que viniera de inmediato. El me dijo: “Voy a volver a casa pero no es por dinero. ¿Por qué eres incapaz de mostrar un poco de gratitud?”. Sus palabras inesperadas me sorprendieron y por un momento, me costó sobreponerme. Sin embargo, conseguí superarlo simplemente aplicando Miross a la terrible situación que nos afectaba.

La raíz de la ira revelada por el sistema de Miross.

Cuando me hice cargo del negocio de mi padre, me enteré de que sus deudas eran lo que habían afectado el negocio. También tenía la sensación de que mi padre se metía en cualquier cosa que yo hacía. Una vez estaba tan enojado que le grité “¡Oye, que estoy pagando todas las deudas que nos has dejado!” Después de esto, preso por el odio, me juré que algún día lo haría avergonzar por sus acciones que de hecho, fue lo que me motivó a trabajar duro.

Pero Miross me permitió comprender la causa de este pensamiento. En el momento que lo comprendí, sentí mi cólera desaparecer repentinamente y sentí como algo cálido en mi interior reemplazaba la ira. Yo estaba tan fascinado por Miross, porque, en esencia, es casi imposible para nosotros los seres humanos admitir nuestra inconsciencia, pero Miross nos permite reconocerla y transformar radicalmente las situaciones que nos atormentan.

Esta experiencia me hizo recordar algo que mi padre me había contado en mi infancia y era que cuando nací, mis padres estaban encantados y decían a los familiares: “¡Tenemos un bebé varón! ¡Por fin, tenemos un hijo!” Cuando escuché esta historia, pensé que quizás mi padre sería feliz si yo continuaba el negocio algún día. Por eso fui capaz de entender cómo se sentía mi hijo cuando me dijo que iba a volver pero no por dinero ya que correspondía a cómo yo me sentí cuando mi padre me habló. Al poder comprender perfectamente a mi hijo, mi sentimiento de frustración desapareció.

También me di cuenta de que seguía trabajando tan duro simplemente por el deseo de ser reconocido por los demás. Por otro lado, mi enfermedad me enseñó que no debería ser así. No me hubiera dado cuenta de ello si no me hubiese puesto enfermo. Aprendí a decirme a mí mismo: “Ya no es necesario que te esfuerces tanto”.

Malentendidos durante medio siglo

Cuando pude comprender claramente mi vida gracias a Miross, fui capaz de entregar una carta a mi padre que tenía problemas de audición, diciéndole: “Gracias por haberme tenido”. A la mañana siguiente, me encontré un papel en la pared con un mensaje escrito a mano que decía: “Gracias por haber nacido.”

A la noche siguiente, tuvimos una larga conversación reflexionando sobre nuestro pasado. Esto me dio la oportunidad de comprender claramente la historia de nuestra familia y de ver el patrón que se había repetido. Observando la dinámica de nuestra familia bajo el nuevo punto de vista del sistema Miross, se hizo evidente que, aunque yo había trabajado duro para ser diferente de mi padre, la relación entre mi padre y yo estaba completamente solapada con la que teníamos mi hijo y yo. Por primera vez en mi vida, sentí que éramos capaces de compartir todo lo relacionado con los sentimientos que no habíamos podido expresar ni entender durante 50 años. Hablamos toda la noche.

Sin Miross, no habría podido dejar de odiar a mi padre. El sistema Miross me enseñó claramente por qué era necesario tener una vida como la que tuve. Ahora que lo he entendido, estoy encantado de saber que puedo vivir como yo quiera. Miross es la respuesta a todas las preguntas, preocupaciones y problemas que nosotros, los seres humanos tenemos, y es una brújula para que nosotros podamos decidir a dónde queremos ir a partir de ese mismo momento. En estos momentos siento mucha gratitud hacia todas las personas que he encontrado en mi vida.