1. INICIOE
  2. Historias transformacionales

  3. Experimentando una transformación vital a través de la intimidación

Testimonials

Experimentando una transformación vital a través de la intimidación

Sra. Hitomi Takayama, Trabajadora por cuenta propia, Japón

Sentirse excluido, ser el objeto de chismes, y ser abusado física y emocionalmente – el tema de la intimidación que en el peor de los casos se traduce en suicidio, ha ido empeorando cada año y se considera un problema social que requiere atención nacional.

Por otra parte, la intimidación ensombrece no sólo el ambiente educativo sino también la sociedad en general. Desafortunadamente, sin embargo, no se han tomado medidas drásticas para contrarrestar este problema.

Presentamos aquí el caso de una persona que sufrió de intimidación durante mucho tiempo, pero que fue capaz de eliminarla completamente de su vida mediante la aplicación del sistema Miross que le permitió desmitificar los mecanismos de la intimidación.

No había ningún lugar para mí en la vida

Mi familia nuclear está formada por mi padre, mi madre y mi hermano mayor. Mi hermano y yo somos totalmente opuestos, tanto en apariencia como en personalidad. Mi madre siempre me comparaba con él y me decía: “Tu hermano es inteligente, obediente y un muchacho buenísimo. Dibuja muy bien. En cambio, tú eres obstinada y no me escuchas. No eres para nada como él”. Aunque quería ser amada y aceptada por ella, nunca sentí que hubiera un lugar para mí en casa. Mi autoestima estaba destrozada.

A pesar de esta dolorosa situación, siempre trataba de mostrarme alegre. Pero cuando yo era estudiante de quinto grado en la escuela primaria, mi mejor amiga de repente me dijo que ya no quería ser mi amiga. A partir de ese día, experimenté una intimidación tras otra. Después de graduarme de la escuela primaria, seguí traumatizada por la intimidación de la que fui objeto durante el resto de mi escolarización y más tarde en mi lugar de trabajo.

“¡Me gustaría desaparecer!”

Finalmente comencé a contemplar el suicidio, pero no tuve el coraje de quitarme la vida. Sin embargo las cosas empezaron a cambiar después de casarme y tener hijos. Mi hijo y mi hija crecieron, y sentí que finalmente había logrado tener una vida tranquila.

Mi hijo intimidado

Sin embargo, un día me enteré de que mi hijo, que era estudiante de quinto grado, estaba siendo intimidado. Aunque odiaba la intimidación por encima de cualquier otra cosa, toleraba ser objeto de la misma, pero solo cuando se trataba de mí. Me sentí muy diferente cuando me enteré de que mi hijo era la víctima. Ojalá pudiera estar en su lugar en vez de él, pero no sabía qué hacer para salvarlo. Cuando estaba pasando por estas experiencias atroces, me encontré con Miross. Un amigo mencionó que había un seminario de Miross y pensé que este era nuestro último recurso así que decidí asistir.

El seminario resultó ser algo que daba un giro completo a la sabiduría convencional. Finalmente vi un tenue parpadeo de luz al final de un largo túnel. Estaba encantada de poder ver dónde encajaba.

Patrón de pensamiento heredado

Durante mi infancia, sentí la falta de amor de mi madre. Sin embargo, al aplicar el sistema Miross, pude entender que fue por eso que tenía problemas de autoestima y creía que no valía nada.

Generalmente, la auto-negación significa menospreciarse a sí mismo. Sin embargo, una perspectiva diferente indicaba que había una energía atacándome desde dentro. En este mundo, nuestras acciones se invierten y se reflejan en otras personas. En mi caso, la energía de mi auto-odio se invirtió y se manifestó como un acosador. Pero la verdad era que el acosador existía debido a mi auto-negación.

Miross me ayudó a entender este mecanismo. Antes lo que había hecho fue introvertirme y ocultar mis problemas. Sin embargo, el mundo no cambia a menos que lo que hay dentro de uno mismo cambie. Para complicar las cosas, mi patrón de pensamiento había sido transmitido a mis hijos, por lo que mi hijo tuvo las mismas experiencias que yo. Los patrones de pensamiento también se heredan.

Al entender este mecanismo, tanto mi hijo como yo nos transformamos en personas diferentes. Él ya no es víctima de intimidación, y la escuela se convirtió en un lugar agradable para él. Incluso llegó a ser un atleta de alto nivel no sólo en su escuela, sino en toda la región, aunque en el pasado había sido considerado inepto y físicamente débil.

De repente me gané el respeto de mi jefe que me encargó una tarea importante que nunca había imaginado desempeñar. Además, me pidieron que hiciera una conferencia en una reunión de la Asociación de Padres de Alumnos de la escuela secundaria. Esta experiencia me ayudó a comprender verdaderamente que cuando nos aceptamos, otras personas nos aceptan también.

Antes de encontrar a Miross, había pensado que el mundo sería mejor sin mí. Pero he cambiado de vida y creo que tengo un valor real. Estoy decidida a compartir esta experiencia invaluable con otras personas que pasan por experiencias similares.

¿Qué opina de esta historia? En el momento en que se sentía una víctima, había un agresor delante de ella. El mundo funciona con este sencillo mecanismo. Con Miross, fue capaz de escapar de la intimidación simplemente entendiendo que lo que todos experimentamos es un reflejo de nuestros conflictos internos. Cuando podamos superar nuestras batallas internas, podremos eliminar todas las otras batallas a las que se nos presenten.