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¿Por qué ocurre la intimidación? - El mecanismo entre el intimidador y la víctima - Why Does Bullying Occur?

20-12-2016

Introducción

A mediados de la década de 1980 en Noruega y Suecia, la intimidación fue reconocida como un importante problema social y se adoptaron medidas para prevenirla a nivel nacional. En aquel entonces, la intimidación también se estaba convirtiendo en un problema social en Japón y diversos estudios y prácticas educativas se realizaron de forma independiente en este país. La intimidación varía según el país y en Japón, la complejidad surge del hecho de que no solo se emplea la violencia física, sino que también los ataques mentales se utilizan para arrinconar a los demás y si los que son intimidados siguen mentalmente angustiados, puede que ellos mismos pasen a convertirse en intimidadores. Estas son dos de las características de la intimidación en Japón. En los Estados Unidos y China hay pocas personas que se suiciden por el hecho de ser intimidados, pero en Japón, el suicidio como resultado de la intimidación se ha convertido en una gran preocupación social.

¿Por qué ocurre la intimidación?

El mecanismo detrás de la relación que se desarrolla entre las víctimas y los intimidadores.

Un día, S, el hijo de la Sra. O que estaba en cuarto grado de la escuela primaria, le dijo a su madre con un hilo de voz: “No quiero ir a la escuela.”

Antes de escuchar la voz agónica de su hijo, la madre no se había dado cuenta de que el niño estaba siendo intimidado en la escuela. Cuando el niño lo confesó, ya había llegado al límite de sus fuerzas.

La Sra. O llamó a su maestro para que le diera una explicación pero se le informó que no parecía haber ningún tipo de intimidación por el hecho de que el caso de su hijo no encajaba en la definición oficial de intimidación que tenía la escuela.

Sin embargo, la mirada llena de dolor de S le hizo comprender a la Sra. O que su hijo había sido realmente acosado. De hecho, ella también había experimentado la intimidación, cuando estaba en la escuela secundaria, y le preocupó que su hijo, cuyo carácter era similar al suyo, estuviese pasando por el mismo tormento.

“Mi hijo puede perder la vida si no se hace nada al respecto.”

Su mente se llenaba de las peores imágenes viendo cómo intimidaban a su hijo, imágenes que se superponían con las de propia experiencia y sus recuerdos.

Si descubría que su hijo sufría de acoso escolar, ¿qué haría? ¿Contactaría con la escuela y trataría de identificar y castigar al intimidador? Si la situación fuera grave, es posible que fuera a la policía o a otras instituciones especializadas en busca de ayuda. Por lo general, se considera que si el intimidador deja de intimidar, el tema pronto llega a su fin, pero en realidad, no es así en absoluto.

La intimidación es un problema de relación, y se produce cuando el intimidador y la víctima se atraen entre sí y se encuentran. Aunque puede sonar chocante, no es por voluntad propia, sino que es el inconsciente el que les hace sentirse atraídos y hace que se encuentren.

¿Qué inconsciente les unía? La Sra. O vió clara la respuesta según el sistema MIROSS desmitificando su entorno familiar antes de que S experimentara la intimidación.

Un año antes de que S entrara en la escuela primaria, su entorno familiar cambió radicalmente. La Sra. O dio a luz a su segundo retoño, una hija, y después del nacimiento de su hermana, S, de repente, tuvo que hacerse autosuficiente porque ya no podía dominar a su madre como lo había hecho durante seis años, mientras él había sido hijo único. Generalmente, cuando los niños alrededor de esta edad tienen un nuevo hermano o hermana, comienzan a comportarse de manera pueril, tratando de desviar la atención de sus padres o molestando a su madre, que está ocupada con el cuidado del bebé. Sin embargo, S se portó muy bien, cuidando de su nueva hermana.

Es cierto que también se portaba bien antes del nacimiento de su hermana, nunca molestaba a sus padres ni a las personas a su alrededor. Sin embargo, también era tímido y retraído, incapaz de expresar sus emociones, y se preocupaba demasiado por los demás. A menudo se odiaba a sí mismo cuando algo malo sucedía.

La Sra. O a veces se inquietaba pensando que su hijo podía estar en una situación difícil por algo, pero como el niño nunca causaba problemas ni se quejaba, no se dio cuenta de lo que le pasaba a su hijo aparte de que estaba muy ocupada con el cuidado del nuevo bebé.

Mientras tanto, después de que S entrara en la escuela primaria, el marido de la Sra. O, fue despedido debido a la reestructuración de su empresa a causa de la crisis económica mundial, y la Sra. O tuvo que volver a trabajar con el fin de sostener a la familia.

Debido al trabajo, al cuidado de los niños y del hogar, la Sra. O no tenía tiempo para ayudar a su hijo en sus actividades relacionadas con la escuela. Comenzó a acusarse a sí misma de ser una mala madre y se sentía culpable de no cuidar a su hijo como debía.

S, por su parte, se sentía apartado de su madre a causa de los rápidos cambios que había experimentado su familia. No quería molestar a su madre que estaba ocupada, así que se contuvo y no hablaba con ella, ni siquiera cuando necesitaba hacerlo. Tenía la esperanza de mantener un lazo con su madre haciendo las cosas que ella encontraba dignas de alabanza.

Sin embargo, la Sra. O, que ya había perdido el dominio de sí misma, empezó a descargar su estrés en su hijo. Un día, se dio cuenta de que ella era incapaz de amarle. Esta persona, su hijo, que era lo que ella más había amado en el mundo, se convirtió en un fastidio para ella. Ella comenzó a evitarle de forma automática, diciéndole: “¡No te me acerques!” cuando él iba hacia ella.

Su sentimiento de culpabilidad y su auto-negación fueron incrementado pero cuanto más trataba de amar a su hijo, más inestable se volvía, y con más dureza le trataba.

Cada vez que S sentía que no era aceptado por su madre, se desquitaba consigo mismo, pensando: “Soy un niño malo” o “Yo soy responsable de esto”.

Fue en esta época cuando comenzó a ser intimidado. En poco tiempo, se convirtió en una intimidación colectiva al unirse otros estudiantes que entraron en sintonía con el primer intimidador.

La intimidación no es un problema que surja de las relaciones entre los niños. Más bien, se considera que el entorno familiar y la relación entre el niño y sus padres influyen en la intimidación. Lo que ha quedado claro aquí es el hecho de la “auto-negación”. Como resultado de un cambio repentino en el entorno familiar, tanto el niño como sus padres pierden la autoestima a causa de la percepción negativa que originalmente estaba en su inconsciente.

Tengamos en cuenta el momento en el que el acoso escolar se llevó a cabo. La Sra. O se culpaba a sí misma, aceptando los fenómenos del mundo exterior que parecían demostrarle que era una mala madre, debido a su forma de pensar negativa inconsciente. Ella pensaba, “tengo que cumplir con mi papel de madre” y “tengo que amar a mi hijo”, y trató de hacerlo, pero, irónicamente, llegó a situaciones en las que tuvo que negarse a sí misma y finalmente, fue incapaz de aceptar a su hijo.

De la misma manera, S también aceptó los fenómenos del mundo exterior, llegando a convencerse de que era inútil. No sentirse amado por los padres es la experiencia más difícil para un niño y como S negaba su propia existencia y vio a su madre en base a sus propias suposiciones, su odio hacia sí mismo se intensificó. En realidad, tanto la madre como el niño estaban maltratándose a sí mismos.

Entonces ¿qué papel tuvo el inconsciente del intimitador en la escuela? La razón por la cual sentía la necesidad de intimidar a S era porque lo que le disgutaba lo veía reflejado en S. De la misma manera que S inconscientemente se negaba y maltrataba a sí mismo, el intimidador también se odiaba y maltrataba a sí mismo todo el tiempo.

Una relación se construye cuando el inconsciente de ambas partes es similar y se sienten atraídos el uno por el otro y se encuentran. En este caso, los que se estaban maltratando a sí mismos inconscientemente se sintieron atraídos por el otro, y se encontraron. S, que tendía a culparse a sí mismo, desempeñó el papel del acosado, mientras que el intimidador, que tendía a maltratar a los demás, desempeñó el papel del intimidador.

Por lo tanto, como la intimidación se produce debido a la atracción, el encuentro y la relación que se desarrolla independientemente de la voluntad de los interesados, no puede ser evitada con las medidas que tratan de luchar contra la intimidación mediante la búsqueda de la causa en el exterior.

Ahora que S y la Sra. O entienden las causas del acoso, viven en paz. S dijo que la experiencia de ser intimidado le había permitido tanto a él como a su madre entender la verdad y que están agradecidos por la experiencia. Actualmente comparten su experiencia con los demás con el fin de informar a tantas personas como sea posible sobre el mecanismo que se desarrolla en la intimidación, así como sobre la ley fundamental tridimensional.

¿Cómo se siente al respecto? Puede parecerle increíble, pero tanto usted como aquellos con quienes se ha enfrentado son lo mismo, se han atraído y se han encontrado. No importa cuán difícil sea el problema ni que haya intimidación, MIROSS le permitirá encontrar el camino más corto para salir de ella.