Falta de amor

Mi madre murió repentinamente cuando yo tenía tres años. Dos años después, mi padre se volvió a casar. Había una “nueva madre” en mi casa. Recuerdo que me gustaba y me hacía muy feliz que se convirtiera en mi madrastra.

Sin embargo, cuando estaba en la escuela secundaria y preparatoria, me rebelé. Discutíamos a menudo discutíamos e incluso llegamos a las manos. Después de que naciera mi hermano, pensé que a mí no me quería porque no era su hijo biológico. Sentí que era un extraño en mi propia casa y evitaba estar allí. Finalmente comencé a pensar en acabar con mi vida.

Mis padres eran adictos al pachinko o pinball japonés, un tipo de juego. No llevábamos una vida normal, porque mi familia estaba muy endeudada, y teníamos miedo de las llamadas de los acreedores. Esta experiencia creó una visión dentro de mí: el dinero hace infelices a las personas. Cuando mi madrastra quedó embarazada de mi hermano, le dije: “¿Cómo crees que puedes criarlo sin dinero?” E incluso le di una fuerte patada en el vientre. La culpa que sentí por este terrible incidente, me desgarró por dentro y permaneció en mi mente durante mucho tiempo.

Tocando fondo

Pasó el tiempo y no pude arreglar mi relación con mis padres. Un día conocí a la que ahora es mi esposa. No quería que mis hijos sufrieran las mismas dificultades que yo y por eso intenté hacer feliz a mi familia usando a mis padres como ejemplos negativos. Sin embargo, cuanto más lo intentaba, más dificultades encontraba. Me vi obligado a ver un mundo completamente opuesto a mi ideal.

Me esforcé mucho para lograr la felicidad de mi familia, pero me agoté hasta el punto en que perdí el interés por trabajar, y seguí rebotando de un trabajo a otro. Sin embargo, todavía tenía un poco de motivación por escapar de la situación y seguí leyendo sobre la filosofía del éxito y probando programas de autodesarrollo para lograr mi imagen ideal. Todo lo hacía por mi familia. Pero la enorme brecha que había entre mi ideal y la realidad me hacía sufrir. Esto me llevó a pensamientos suicidas, convencido de que el mundo estaría mejor sin mí . No sé cuántas veces intenté suicidarme. Recuerdo que buscaba en Internet diferentes formas de hacerlo. También maltrataba a mi esposa, y huelga decir que nuestra relación estaba en su peor momento. Fue entonces cuando descubrí Miross.

Las suposiciones son una ilusión

El sistema Miross me liberó de todos mis supuestos falsos. Tal como he dicho más arriba, cuando mi padre se casó con mi madrastra, sentí que era el único en mi familia que no era amado. El mundo que veía era solo una imagen inconsciente de mí mismo reflejada en el entorno externo: simplemente no podía amarme a mí mismo. En otras palabras, mi padre y mi madre eran solo el reflejo de mí mismo.

Cuando entendí que uno es capaz de ver solo un lado de cualquier fenómeno, supe que mi padre y mi madre realmente me amaban. Esto no habría sido posible sin Miross. De esta manera, me liberé de mis suposiciones. Pensé en mi madrastra y la llamé. Disfrutamos de la charla; parecía que habíamos superado nuestros problemas anteriores. Terminé la conversación diciendo: “Mamá, muchas gracias por criarme. Soy muy feliz de que te convirtieras en mi madre “. Pude expresar mi sincera gratitud, algo que nunca hubiera hecho antes conocer Miross.

Miross causa un efecto dominó en la solución de todos los problemas

Una vez que se eliminó este supuesto, se resolvieron todos los demás problemas que me acuciaban, como fichas de dominó cayendo una tras otra. Cuando me liberé del supuesto de que el dinero hace infelices a las personas, mi perspectiva sobre el dinero cambió por completo, y pronto tuve suficiente para pagar la casa de mis sueños.

Mi supuesto de que yo era un fracasado atrajo fenómenos negativos. Una vez que me acepté como realmente soy, me di cuenta de que me alegraba de estar vivo. Fue la primera vez que pude aceptarme. Además, mi deseo persistente de suicidarme desapareció y finalmente pude encontrar un gran trabajo, por lo que ahora tengo un sueldo fijo. Reparé mi relación con mi esposa y fuimos bendecidos con otro hijo (nuestro cuarto hijo). Mi familia vive ahora en un nuevo hogar. Mi hermanastro, a quien pateé cuando estaba en el vientre de mi madre, también trabaja conmigo en la misma compañía. Es algo sencillamente increíble.

Antes de conocer Miross, yo era como un zombie. Pero gracias al sistema Miross, me he transformado. No importa cómo sea su vida, Miross le transformará por completo.