De una vida feliz a una vida miserable

Nací en una familia normal y corriente que formada por mi madre, mi padre, mi hermana mayor y mi hermano menor. Cuando era niña, mis padres tenían una buena relación y el ambiente de nuestro hogar era alegre y feliz. Un “matrimonio armonioso y una familia en paz”. Esa era la visión de mi madre y ella crió a sus hijos en base a ese concepto. Sin embargo, mi familia sufrió un cambio dramático después de un accidente.

Sucedió cuando yo estaba en el primer grado de la escuela. Mi padre tuvo un accidente de tráfico. En ese accidente, la persona que atropelló mi padre murió. Lo que nos sorprendió fue que, en el automóvil que conducía, había la mujer con la que mi padre tenía una aventura. Afortunadamente, el accidente no había sido culpa de mi padre y no fue condenado. Pero después de ese accidente, las caras sonrientes desaparecieron de mi familia debido al idilio de mi padre. Mi padre se sintió muy culpable y su vida de tornó miserable. Nuestra familia feliz estaba completamente destruida. Odiaba a mi padre porque sus acciones arruinaron nuestra felicidad y al mismo tiempo, tenía una imagen clara ante mí: “¡yo tendré una familia feliz cuando me case!”

En busca de un ideal

Me casé con ese objetivo en mente y fui bendecida con un niño y tres niñas. Traté de tener una buena relación con mi esposo y crear un hogar lleno de alegría. En mi mente, tenía el pensamiento: “¡Conseguiré la familia feliz que mi madre no pudo tener!”. Hice todo lo posible para ser una buena esposa, una buena madre y criar a mis hijos a la perfección. Sin embargo, cuanto más me esforzaba por conseguir mi objetivo, más a menudo la realidad era todo lo contrario.

Puse especial énfasis en que mi hijo consiguiera un trabajo estable. Había una comisaría de policía en el vecindario y me enteré de que los policías enseñaban Kendo allí. Pensé: “Si mi hijo participa en las clases de Kendo, puede que lo asocie y quiera convertirse en policía en el futuro”. Así que le hice ir a la clase de Kendo. Aparte del Kendo, llené la agenda de mi hijo con otros programas de estudio después de la escuela. No tomé en cuenta las intenciones ni los deseos de mi hijo, lo hice ir a una escuela secundaria donde se enfatizaba la práctica del Kendo e hice que su vida se concentrara especialmente en este arte marcial. Nunca dudé de que estaba haciendo lo mejor para él.

Cuando mi hijo estaba en el segundo año de la escuela secundaria, enfermó y tuvo que ser hospitalizado por algún tiempo. Eso afectó su práctica de Kendo. Se vio obligado a dejar el grupo y no pudo practicar en absoluto. También suspendió su examen de ingreso a la universidad. Después de eso se volvió retraído y violento en casa. Mi “imagen ideal de hijo” se desmoronó rápidamente. Mi esposo vivía aparte porque la empresa lo había trasladado a otra localidad y no podía ayudarme en esa situación. Mi relación con mi esposo también se deterioró hasta el punto de que deseé que estuviera muerto y mi relación tanto con mi hijo como con mi hija era horrible. Además, teníamos problemas financieros y mi vida era un desastre. Entonces fue cuando oí hablar de Miross.

Descubrimiento del patrón

Aunque criaba a mis hijos lo mejor que podía, las cosas no salían como yo quería. No podía hacer nada más y estaba desesperada. Sin embargo, cuando aprendí el mecanismo de la experiencia humana y la razón por la cual las cosas no iban bien, las respuestas a mis diversas preguntas se hicieron evidentes y pude descifrar los misterios de mi vida.

“Estabilidad e inestabilidad” Este concepto clave se hizo evidente a través del sistema Miross. Mi madre tenía un ideal para la familia y buscaba la “estabilidad” bajo la definición de una familia en paz. Sin embargo, después del accidente de tráfico, la familia cayó en un estado de “inestabilidad”. Después de este hecho, mi odio por la “inestabilidad” se hizo aún más fuerte porque lo veía como algo muy negativo así pues, perseguí ardientemente la “estabilidad”.

Aprendí que en este mundo, cuanto más se intenta lograr el más (estabilidad) al odiar el menos (inestabilidad), el menos suprimido crece y finalmente se invierte y el menos se muestra como la realidad exterior.

Este patrón fue transmitido por mis antepasados y pude romper esta cadena de espiral negativa a través del sistema Miross. Mi relación con mi esposo sufrió una transformación radical, mi relación con mis hijos mejoró y toda mi familia revivió por completo. Además, nuestra situación financiera mejoró y mis padres y hermanos también prosperaron. Solía ​​odiar una cara de la moneda y seguía viviendo solo con un ala, pero ahora he encontrado una nueva forma de vivir y disfrutar de la vida que deseo con mi familia. Me gustaría decir que en realidad “todo” ya estaba allí o siempre ha estado allí, justo enfrente de mí, pero estaba tratando de encontrar lo que quería en otro lugar.